Como hacer salsa blanca

¿Te has encontrado alguna vez en la cocina, buscando una receta perfecta para darle un toque especial a tus platos? Imagina que decides preparar una lasaña o un gratinado de verduras, pero te das cuenta de que falta una salsa esencial que realce los sabores: la salsa blanca. Esta clásica preparación puede parecer intimidante, pero en realidad es más sencilla de lo que parece. Aquí te mostramos cómo hacer salsa blanca para que puedas disfrutar de una deliciosa experiencia culinaria.

Para hacer salsa blanca, mezcla 2 cucharadas de mantequilla, 2 cucharadas de harina y 2 tazas de leche en una cacerola a fuego medio, removiendo constantemente hasta que espese.

Para preparar salsa blanca (también conocida como bechamel), sigue estos pasos detallados:

1. Ingredientes: Necesitarás 2 cucharadas de mantequilla, 2 cucharadas de harina, 2 tazas de leche, sal al gusto, pimienta blanca y una pizca de nuez moscada (opcional).

2. Derretir la mantequilla: En una cacerola a fuego medio, derrite la mantequilla hasta que esté espumosa, pero sin dejar que tome color.

3. Agregar la harina: Una vez derretida, añade rápidamente la harina y mezcla bien con una cuchara de madera o un batidor de varillas. Cocina durante 1-2 minutos, removiendo constantemente para formar un roux. Esto ayudará a eliminar el sabor crudo de la harina.

4. Incorporar la leche: Gradualmente, añade la leche, batiendo vigorosamente para evitar grumos. Es importante que la leche esté a temperatura ambiente o caliente, ya que esto facilitará la mezcla.

5. Cocinar la salsa: Continúa cocinando a fuego medio, sin dejar de mover, hasta que la mezcla espese y comience a burbujear. Esto puede tardar de 5 a 10 minutos. Si te gusta una salsa más espesa, puedes dejarla cocinar unos minutos más.

6. Sazonar: Retira del fuego y añade sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. Puedes ajustar los condimentos según tu preferencia.

7. Usar o almacenar: Tu salsa blanca está lista para ser utilizada en las recetas que desees. Si no la vas a usar de inmediato, cúbrela con papel film para evitar que se forme una costra en la superficie. ¡Disfruta de tu cocina!