Como hacer un filtro de agua casero

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¿Te has encontrado alguna vez en una situación donde el agua potable escasea o no es segura para consumir? Tal vez estés de acampada, viviendo en una zona rural, o simplemente quieras adoptar prácticas más sostenibles en casa. Hacer un filtro de agua casero puede ser una solución práctica y económica para garantizar que siempre tengas acceso a agua limpia. En este artículo, te mostraré cómo puedes hacerlo tú mismo de manera fácil y efectiva.

Para hacer un filtro de agua casero, necesitarás una botella de plástico, arena, carbón activado y piedras pequeñas. Corta la parte inferior de la botella y coloca la tapa hacia abajo. Llena la botella en este orden: primero las piedras pequeñas, luego el carbón activado y finalmente la arena. Vierte el agua sucia por la parte superior y recoge el agua filtrada en un recipiente limpio.

Para realizar un filtro de agua casero de manera efectiva, sigue estos pasos detallados:

1. Materiales necesarios: Reúne una botella de plástico (de 1 o 2 litros), arena fina, piedras pequeñas, carbón activado (disponible en tiendas de jardinería o farmacia), y un recipiente para recoger el agua filtrada.

2. Preparación de la botella: Corta la parte inferior de la botella de plástico. Esto te permitirá usarla de forma invertida, como un embudo. Si deseas, puedes perforar algunas pequeñas aberturas en la tapa para un flujo de agua más fácil.

3. Capas de filtración: En este filtro, las distintas capas ayudarán a purificar el agua:

Primera capa: Agrupa las piedras pequeñas en el fondo. Estas evitarán que el carbón y la arena se escapen.

Segunda capa: Añade carbón activado. Este material es excelente para eliminar impurezas y mejorar el sabor del agua.

Tercera capa: Finaliza con una capa de arena fina. Esta ayudará a filtrar partículas más pequeñas y sedimentos.

4. Proceso de filtración: Vierte lentamente el agua sucia por la parte superior de la botella. El agua pasará a través de las capas de filtración y caerá en el recipiente que hayas colocado debajo.

5. Almacenamiento: Una vez que el agua haya pasado por el filtro, asegúrate de almacenarla en un recipiente limpio. Recuerda que este filtro, aunque es útil, no elimina todos los patógenos, así que es recomendable hervir el agua antes de consumirla para garantizar que esté completamente segura.

Así, no solo podrás tener acceso a agua más limpia, sino que también habrás aprendido una técnica útil que te servirá en diversas situaciones. ¡Haz la prueba y conviértelo en una parte de tu rutina sostenible!

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