Como se hace el kumis

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¿Alguna vez te has preguntado cómo se hace el kumis, esa bebida fermentada de origen centralasiático que ha ganado popularidad en varias partes del mundo? Quizás te animaste a probarlo en una feria o descubriste su sabor refrescante y único en un mercado local. Ahora, te gustaría intentar prepararlo tú mismo en casa, pero no sabes por dónde empezar. En este artículo, te guiaremos a través de los pasos necesarios para hacer kumis, desde la selección de ingredientes hasta el proceso de fermentación.

Para hacer el kumis, necesitarás leche de yegua o, en su defecto, leche de vaca, así como un iniciador de cultivo lácteo. Mezcla la leche con el cultivo y deja fermentar a temperatura ambiente durante 12 a 24 horas. Luego, agita bien la mezcla antes de refrigerarla para disfrutarla fresca.

Hacer kumis es un proceso fascinante que combina simplicidad y tradición. Para comenzar, necesitarás:

1. Ingredientes:

– 1 litro de leche (preferentemente de yegua, pero puedes usar leche de vaca si no está disponible).

– Un cultivo iniciador de kumis o un poco de kumis comprado (puedes usar aproximadamente 100 ml para iniciar la fermentación).

2. Preparación:

– Vierte el litro de leche en un recipiente limpio de vidrio o plástico. Si estás usando leche de vaca, puedes calentarla ligeramente y dejarla enfriar hasta que esté a temperatura ambiente.

– Agrega el cultivo iniciador o el kumis comprado a la leche. Asegúrate de mezclar bien para que los cultivos se distribuyan uniformemente.

3. Fermentación:

– Cubre el recipiente con un paño limpio y colócalo en un lugar cálido (alrededor de 25-30 °C) y oscuro durante 12 a 24 horas. La duración dependerá de la temperatura ambiente y de cómo de ácido te guste el kumis.

– Durante la fermentación, los cultivos comenzarán a multiplicarse, convirtiendo la lactosa en ácido láctico y produciendo burbujas de dióxido de carbono.

4. Finalización:

– Después de la fermentación, agita bien el recipiente para mezclar los ingredientes. Puedes colar el kumis si prefieres una textura más suave.

– Refrigera el kumis para detener la fermentación. Se puede consumir frío y se disfruta mejor en esa temperatura.

5. Disfruta:

– ¡Tu kumis está listo para disfrutar! Puedes endulzarlo con un poco de miel o azúcar al gusto, o incluso añadir frutas para darle un toque especial.

Recuerda que el kumis se puede almacenar en el refrigerador por varios días, y su sabor se volverá más ácido con el tiempo. Experimenta con la fermentación hasta encontrar la mezcla y el sabor que más te gusten. ¡Buena suerte con tu preparación!

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