Como hacer tortilla de patatas

Imagina que llegas a casa después de un largo día y decides que es el momento perfecto para cocinar algo delicioso que te recuerde a la comida reconfortante de tu infancia. Te viene a la mente una clásica tortilla de patatas, pero no estás seguro de cómo hacerla correctamente. Te preguntas: «¿Cómo hacer tortilla de patatas?» Esto es algo que muchos se han preguntado al intentar reproducir este plato español en su propia cocina. Hoy te guiaré para que puedas disfrutar de esta joya culinaria con todos sus sabores tradicionales.

Para hacer una tortilla de patatas, necesitas patatas, huevos, cebolla (opcional), aceite de oliva, sal y pimienta. Primero, pela y corta las patatas en rodajas finas, fríelas en aceite caliente hasta que estén tiernas, escúrrelas y mézclalas con huevos batidos. Vierte la mezcla en una sartén y cocina a fuego medio hasta que esté dorada por ambos lados, ¡y listo!

Para preparar una tortilla de patatas perfecta, comienza pelando y lavando aproximadamente 3-4 patatas medianas. Corta las patatas en rodajas finas o en cubos pequeños, dependiendo de tus preferencias. Pela y corta una cebolla en trozos finos si decides usarla, ya que le aportará un sabor dulce a la tortilla. Calienta una generosa cantidad de aceite de oliva en una sartén a fuego medio y, una vez caliente, añade las patatas y la cebolla. Fríelas suavemente, removiendo ocasionalmente, hasta que las patatas estén tiernas y ligeramente doradas, lo que podría tomar de 15 a 20 minutos.

Mientras se fríen las patatas, bate 4-6 huevos en un bol grande y añade sal y pimienta al gusto. Cuando las patatas estén listas, escúrrelas para eliminar el exceso de aceite y luego mézclalas con los huevos batidos. Calienta un poco de aceite en una sartén limpia a fuego medio y añade la mezcla de patatas y huevos. Cocina durante unos 5-7 minutos, hasta que la parte inferior esté dorada, luego voltea la tortilla con la ayuda de un plato o una tapa y cocina el otro lado durante el mismo tiempo. Al final, tendrás una tortilla jugosa y deliciosa. Puedes disfrutarla caliente, a temperatura ambiente o incluso fría, y es un plato versátil que puedes acompañar con una ensalada o pan fresco. ¡Buen provecho!