Como se forma la lluvia acida

Imagina que vives en una ciudad donde, tras varias semanas de cielos nublados, te das cuenta de que las paredes de tu casa y algunos edificios de la ciudad tienen manchas extrañas y corrosión. Comienzas a preocuparte por el impacto que esto podría tener en la salud pública y el medio ambiente. En una conversación casual, alguien menciona el término «lluvia ácida» y te preguntas: «¿Cómo se forma la lluvia ácida?»

La lluvia ácida se forma cuando los contaminantes en la atmósfera, principalmente dióxido de azufre (SO₂) y óxidos de nitrógeno (NOx), reaccionan con el agua, el oxígeno y otros compuestos en el aire, produciendo ácido sulfúrico y ácido nítrico que luego se precipitan con la lluvia.

La lluvia ácida se genera a partir de emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno, que suelen provenir de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), el tráfico vehicular y ciertos procesos industriales. Estos contaminantes se liberan a la atmósfera, donde se combinan con vapor de agua, oxígeno y otros elementos atmosféricos. A través de reacciones químicas complejas, se forman ácidos, entre los que destacan el ácido sulfúrico (H₂SO₄) y el ácido nítrico (HNO₃). Cuando las condiciones son las adecuadas, estos ácidos se disuelven en las gotas de agua en las nubes y, al caer a la tierra como precipitación, se convierten en lluvia ácida. Esta lluvia puede tener efectos devastadores sobre el medio ambiente, afectando la salud de los ecosistemas, contaminando fuentes de agua y dañando edificaciones y monumentos.