Como se hace salsa blanca

La salsa blanca, también conocida como bechamel, es una de las salsas más versátiles y utilizadas en la cocina. Imagina que has decidido preparar un delicioso plato de lasaña para una cena especial, pero te das cuenta de que no tienes salsa blanca, un componente esencial para darle cremosidad y gusto a tu receta. Frente a la estufa, te preguntas: «¿Cómo se hace salsa blanca?» Este es un cuestionamiento que muchos cocineros, tanto principiantes como experimentados, se han hecho en más de una ocasión, y hoy resolveremos esta inquietud para que puedas disfrutar de tus platillos al máximo.

Para hacer salsa blanca, combina en una cacerola 2 cucharadas de mantequilla y 2 cucharadas de harina a fuego medio, removiendo constantemente para evitar grumos. Cuando la mezcla tenga un color dorado, agrega lentamente 2 tazas de leche, continuando a fuego medio mientras revuelves hasta que la salsa espese. Finalmente, sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

Para preparar una salsa blanca perfecta, primero derrite 2 cucharadas de mantequilla en una cacerola a fuego medio. Una vez que esté completamente derretida, añade 2 cucharadas de harina y mezcla bien, formando un roux. Es importante cocinar el roux por aproximadamente 1-2 minutos, sin dejar de revolver, hasta que adquiera un ligero color dorado, lo que le dará un sabor más profundo a la salsa.

Luego, añade gradualmente 2 tazas de leche, preferiblemente tibia para evitar grumos, y continúa mezclando. Es ideal usar un batidor de varillas en este paso para asegurar que la mezcla sea suave y homogénea. Cocina la salsa a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese; esto puede tardar entre 5 y 10 minutos.

Una vez que la salsa haya alcanzado la consistencia deseada, sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto. Esta es la base de la salsa blanca, que puedes adaptar o enriquecer con quesos, hierbas o especias según la receta que estés preparando, haciéndola aún más deliciosa.